Báilame el agua, úntame de amor y otras fragancias de tu jardín secreto, sácame de quicio, hazme sufrir, ponme a secar como un trapo mojado, lléname de vida, líbrame de mi estigma, llámame tonto, olvida todo lo que haya podido decirte hasta ahora, no me arrastres, no me asustes, vete lejos… pero no sueltes mi mano. Empecemos de nuevo, toca mis ojos, nota la textura del calor… ¿Por cuánto te vendes? Píllate los dedos, deja que te invite a un café… caliente, ¡claro!... y sin azúcar, sin aliento… (Daniel Valdés)
PD: Báilame el agua es como saltar al vacío desde una avioneta, como nadar sin remos. Es comer con las manos, amanecer en Agosto desde Singel 99 o desde las alturas de tus pestañas. Sería como viajar por carreteras secundarias de Arizona y pararnos en un motel de carretera. Con ropa o sin ella. Báilame son las caricias perdidas, un atardecer desde Lavapiés y un bote de coca cola para compartir. Es gritar y mojarse los pies en el agua de mi playa, cantar a dúo en el coche canciones de Fito. Poemas y tristezas de Antonio Vega, palabras y sexo de Haruki Murakama. Báilame es todo lo que soñamos juntos, lo que vivimos separados y los colacaos compartidos. Báilame aún continúa….aún quedan muchas canciones que bailar.