"Ya sé lo que me vas a decir: que por culpa de mis gafas de sol he perdido credibilidad; pero te aseguro que, a cambio, he conseguido aprenderme tu piel de memoria. Y compensa.
Ahora sólo me falta encontrar otras gafas de sol adaptadas a mis dedos (para disimular mi necesidad de acariciarte) y otras cardiacas (con sus lentes bien pegaditas a mi arteria pulmonar para que nunca llegues a saber cuánto te quiero)."
Ahora sólo me falta encontrar otras gafas de sol adaptadas a mis dedos (para disimular mi necesidad de acariciarte) y otras cardiacas (con sus lentes bien pegaditas a mi arteria pulmonar para que nunca llegues a saber cuánto te quiero)."
PD: He robado un trocito de esta historia a Simpulso. Si queréis leerla entera ya sabéis (Ni libre ni ocupado, maravilloso blog). Yo, al igual que el prota de este cuento también quiero unas gafas. Unas gafas adaptadas a todos mis sueños.
2 comentarios:
todos queremos unas de esas. me encanta la foto
yo tambien estoy enganchado a ese bolg.
Saludos
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