Mi vida está llena de sentidos. Sentidos inexactos convertidos en palabras, mordiscos y sonrisas. Todos ellos residen en mi estómago, curioso epicentro de mi cuerpo, y otras tantas de mi cabeza. No siempre van juntos. Lo cierto, es que casi nunca. Nunca.
Mi sentido no está muerto, sobrevive gracias a mis alas. Y a tu voz, esa que se escapa, fluye y vive. Esa que palpa a oscuras mi olor, mis suspiros y juguetea con mi pelo. Cada vez más largo, más alborotado y con más ganas de cambio.
Mi sentido juega a la oca con los cronos de tus dedos. Tú me tocas, yo me alejo. Estúpido juego que yo adoro y otras tantas odio. No lo sé. Depende del momento. Del vuelo, como el diente de león que soplo cada mañana esperando la respuesta a esa pregunta que aún no inventé.
Y claro, que quiero que me acurruques en tu colcha de colores. Que me cantes, me toques, me oigas, me huelas. Y me sientas.
martes, 22 de septiembre de 2009
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9 comentarios:
¿Y si cambiamos de juego?
Lara tiene alas
tú la llevas :)
así, de pronto, es lo primero que se me ocurre...
gracias por tu comentario Lara!!
PD: biquiñossss!!!
y que él te sienta....
(L)
Ahora es cuando me salen alas en las zapatillas.
Nunca has estado muerta. Y sí, sin duda, eres un diente de león.
Bss
CH.
en este juego yo debo ser huevo pocho. no me atrevo con la naturaleza, la naturaleza somos nosotros.
Tus escritos son hermosos.
Un beso guapisima,
espero que no lo dejes.
Aqcua.
y si tan sólo cambiamos las reglas de este juego???
keep flying
gracias valientes. Un besazo indio.
Lara tiene alas.
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