miércoles, 17 de marzo de 2010

VUELO 164: Escucho...

¿Cómo puedes decir que estás muerto, si yo escucho cada día tu corazón?
Tic, Tac...

jueves, 11 de marzo de 2010

VUELO 163: Golondrinas...


Me quitaste las hormigas que revoloteaban entre mi almohada. Me bebiste el alma cono un zumo de piña y mango. Y me sacudiste las alas. Decías que estaban sucias, que llevaban mucho tiempo paradas y querías que las moviera. Parecías Jane Fonda en clase de gimnasia pero sin mallas ni cometas.

Querías que volara porque asegurabas que te llevaría conmigo. Que recorreríamos planetas y recogeríamos rosas de todas ellas. Me da igual tu flor de loto en el brazo, decías. Que se ahogue si quieres, que nade entre las aguas pero tú recogerás golondrinas. Y aquí estoy esperándote. Soñándote. Anhelándote.

jueves, 4 de marzo de 2010

VUELO 162: Invento...


Te echo de menos desde el primer día. Desde el primer segundo. Te echo de menos desde el momento en que te inventé. Desde ese instante en que decidiste pasearte por mis sueños, para quedarte. Para invadirme con toda tu risa y con tus mordiscos noctámbulos.

Te echo de menos porque te inventé con todas esas cosas que a mí me gustan. Con cerezas en las orejas y con el pelo naranja. O azul. Eso era lo de menos. Te echo de menos porque conseguí que siempre me respondieras con guiño final, con puntos suspensivos. Y claro, no puedo dejar de pensar como te gustaba jugar con mis uñas rojas como si fueran piezas de dominó. Y claro, tampoco puedo olvidarme de como buscabas mis alas. Tatuadas. Dibujadas. Bailadas.