Hace unos días leí en una entrevista a Ismael Serrano que tenía miedo "a la soledad, miedo a la traición, a la fugacidad de las cosas, a la renuncia de los sueños... son miedos que uno combate soñando despierto". Esa frase me hizo pensar como tantas otras del cantautor. Yo también tengo esos miedos. Cada día me despierto en medio de un abismo. Tengo pánico a renunciar a mis sueños, a renunciar a tantas pequeñas cosas que me mantienen viva y que de algún modo nos mantienen vivos a todos. Todas estas letras parecen pesimistas, sacadas de un cuadro de Edvard Munch. Pero no, son todo lo contrario, aunque supongo que mi predilección por las frases tristes, las palabras melancólicas hacen que este alegato a los miedos parezca de todo menos optimista, menos alegre. No es mi intención. Pero no sé usar otras letras. Tengo miedo de que las palabras sonrrían... por eso seguiré escribiendo dormida y soñando despierta.
