jueves, 18 de septiembre de 2008

VUELO 45...En trozos...

Cuando llega la lluvia una parte de mi, esa que se esconde entre el estómago y mis costillas sale. Inunda mis pensamientos. Mis olores. Y mis pasos. Quiere compartir las promesas que nunca se cumplirán y las palabras prohibidas. Cuando llega la lluvia se va otro trozo. Ese que permanece cada mañana en mi espalda. En mi nuca. Se va para volver cuando haga sol. Y otras veces se va para siempre. Cuando llega la lluvia también tu risa se clava en mi mente. Tu frase “¡Ponte las botas de agua!” me taladra los ojos y los pies. Cuando llega la lluvia, a veces, no puedo volar. A veces, mis alas se mojan. Se hunden. Y me caigo.

4 comentarios:

Luis dijo...

Tu provisión de alas es inagotable

Un besito, Lara, y otros dos para tus alitas.

Anónimo dijo...

Si llueve y sientes que tus alas se mojan para no dejarte volar, lo mejor es apoyarte en las alas amigas de otras personas y juntos aunar esfuerzos para no caer al suelo...

raul rodriguez dijo...

hoy las cartas me tocaron buenas
pero no supe ganar la partida
yo te hubiera entregado mi vida
pero mis alas se mojaron y caí.

Anónimo dijo...

Una vez más, Iluso gracias por ese regalo para mis alas. Raul, tu parabris siempre hace que me pare para recoger fuerzas y seguir volando.

Anónimo, grache!

Lara tiene alas